Por Inés Páez de la Torre.-
Hace unos años, investigadores de la Universidad de Wayne en Detroit se propusieron indagar qué tipo de pornografía les gusta más a las mujeres heterosexuales. Con este fin, mostraron noventa fragmentos diferentes a un grupo amplio de participantes que sí habían visto porno en el pasado, pero que no eran consumidoras asiduas. ¿Qué buscaban? Encontrar las imágenes de mayor aceptación en una población lo más estándar posible.
Y averiguar hasta qué punto es cierto que las mujeres hétero prefieren escenas explícitas pero consensuadas, más románticas, y que no son muy adeptas a primeros planos, eyaculaciones sobre personas, ni sexo lésbico o anal. Y sobre todo, comprobar si existía correlación entre la respuesta psicológica subjetiva y la fisiológica.
Cada clip tenía un minuto de duración: el 88% mostraba sexo entre hombres y mujeres, y el 12% restante, relaciones homosexuales. Había diferentes posturas, sexo en grupo, tríos, interracial, sexo oral, masturbaciones y sadomasoquismo, entre otras prácticas. Las participantes tenían como mínimo educación secundaria, en un rango de edad entre 18 y 57 años con una media de 31 años. Después de cada video debían responder qué grado de estimulación física y mental experimentaban.
Los resultados
El análisis estadístico de los resultados reveló que las escenas heterosexuales con coito vaginal eran por lejos las más estimulantes, preferían las posiciones en las que el hombre tomaba la iniciativa, y hubo una muy buena respuesta a clips filmados en exteriores. El sexo entre hombre y mujer era preferido al homosexual, si bien claramente se inclinaban –como les pasa a los hombres heterosexuales- más por las escenas entre dos mujeres que por las de dos hombres.
Entre lo menos elegido estaba el sexo anal, las felaciones y las conductas consideradas abusivas. Sin embargo, un número considerable describió estas imágenes como no estimulantes mentalmente, pero sí físicamente. Un dato interesante, que coincide con otros que muestran que muchas mujeres tienen fantasías sexuales sobre actos que no necesariamente quieren realizar.